Foto: Yasser landazuri

En su última vuelta por la isla, solo bastó dos minutos de chat y unas cuantas llamadas para que Adrián Berazaín y Mauricio Figueiral  dieran el sí, y comencé lo que debe ser mi peña Cable a Tierra ( si no me pasan factura los aires que soplan tan fríos, la economía y sus vaivenes, el pensamiento congelado de algunos).


Frente a casi un centenar de personas escuché a los muchachos cantar unas dos horas. Los creadores presentaron un show, que sin dudas ya han recorrido. Comparten una y otra canción, dicen chistes en torno a su vida y su trabajo y se lanzan a cantar a Sindo, a  María Teresa Vera o Matamoros.

Es un total infortunio que esto no ocurra más al ¿interior?, que viajen guitarra en manos los trovadores aunque no haya festival, no importa sin son 10, 15 o 20 los del público, Quejarse de tanto reggaetón, crear un decreto que ha traído más polémicas que posibilidades reales de matar lo que parece violento, obsceno o de mal gusto no deshace la mancha. Al fin y al cabo todo ese trap, balada cursi o reggaetón son solo la muestra de cómo anda este tiempo.

Foto: Yasser Landazuri

Cuando Berazain y Figueiral cantaban , yo me preguntaba qué iban a hacer lo de aquì aquí, a casi mil kilómetros del festival de cine, a cientos de dólares del festival de jazz, a camiones de toda esa cultura que se mueve en la capital cubana, de esos lugares donde ponerse una cerveza  delante cuesta casi una semana de trabajo.

Cuando yo era muchacho Pedro Luis Ferrer pegaba un tema a golpe de tradición pura, Silvio se daba el lujo de hablar de la damisela soledad con pamela impertinentes y botón y Moncada llenaba cualquier plaza hablando de un hombre que quiso mirarse por dentro y no era filósofo el tipo, ni sabio, ni eterno pero brillaban las estrellas. Ni  Gente de zona se salva de hacer concesiones, porque si bien Rufo Caballero decía que era alta literatura aquello de :” Yo tengo corazón pero está de vacaciones” . Hoy las influencias de la timba son escasas y más bien sobrevuelan la zona más blanda de la balada latina.

Vamos a dejarnos de cuento. No es el verso, son los oídos, atravesados como estamos por el consumo paradójico cubano,  ese huracán donde Shakira es la mejor cantante del mundo, El Romeo vende escribiendo aquello de tu corazoncito es mío y hasta el excelente músico Descemer Bueno llega a creer que no hay futuro para otra cosa que no sea el trap o el reggaetón. (No creo haya frase más distópica).

¨Esto es lo que nos hace falta que se haga en cultura. ¨Escribió en las redes sociales un usuario que asistió a la peña. Fue una de las , aproximadamente,  100 personas reunidas en el pequeño teatro de la casa de cultura local (Juan López Rizo, La Maya). Quizá no sea toda la verdad pero es la suya , la de alguien que cree hay que aportar a un diapasón más ,digamos, democrático.

En fin , quería en primera instancia agradecerles a Mauricio Figueiral y Adrián berazaín por haber estado, por dejarse entrevistar y hablar de sus canciones y cantarlas,  a la gente que estuvo, a la dirección de cultura, el proyecto JC y la Asociación hermanos Saiz. Ya comenzamos. Hay varios trovadores quienes han dado el sì, y es complicado porque la mayoría vive en la capital cubana, pero así fue el alma de Cable a Tierra cuando lo hice junto a Darián Hernández y otros colegas en la radio, así quiero que sea ahora. Lo saben bien mis amigos.  No es por moda que estallo y que empeño.