Imagen

Lamentablemente los medios de comunicación están más interesados en difundir la música banal que intelectual

No lo he dicho yo, ha sido Aldo López Gavilán el  autor de fonogramas imprescindibles como ¨En el ocaso de la hormiga y el elefante¨, el muchacho arremete contra unos medios que tienen el DEBER de difundir lo nacional y formar  gustos.

Hace unos años me fui a la búsqueda de criterios sobre el tema y me encontré con periodistas Como Bladimir Zamora quien me planteó, sin ningún atajo,  que la radio está hecha por unos tipos que hacen lo que les da la gana.

La frase parece fuerte  pero hay tantas cosas enredadas en esa maleza que uno casi se apega a ella, llevo algún tiempo en el medio y la verdad sigo sin entender términos como ¨la media¨. Hay que trabajar para la media suelo escuchar y no veo el estudio profundo que  muestre esa presunta media en la cual conviven el ama de casa y el funcionario, el panadero y el arquitecto, el poeta y el cuentapropista quien es muchas veces poeta y pintor.

Las producciones musicales siguen funcionando en la búsqueda del oyente virtual quien se queda con nosotros hasta el último minuto y se habla de curva dramática y la necesidad de ser incluyente en cuanto a género, región y otros tópicos, pero todo queda en los papeles, desactualizados para colmo.

Sigo pensando que hasta que no estudiemos a profundidad los consumos culturales orinamos contra el ventilador. Hoy la democratización de los consumos quita protagonismo a unos medios que hace 20 años atrás eran los reyes de la difusión. Hoy ya es muy difícil imponerse ante la posibilidad real de escoger.

A la radio no solo se le oponen 4canales ¨criollos¨ ahora también están los Ipods, los MP3, teléfonos, computadoras y hasta DVD´s en ellos los usuarios hacen sus reproducciones sin ningunas de las citadas cientificidades.

Hace poco viajaba en un taxi de este hondo oriente cubano y la gente se iba sin chistar detrás del disco que impuso a todo volumen el conductor  y este se iba bruscamente desde el Micha a Los Mojados,  a secas sin transición,  alguna y la gente tarareaba.

 López Vigil tiene la propuesta de picos y valles  habla de democratizar las propuestas  dando importancia a todo, pero lo cierto es que hemos ido por años descuidando tanto los gustos que ni la timba nos salva. La gente se ha ido desplazando a lo más banal.

Quizá en las grandes ciudades se mueven al unísono las escenas musicales con mucha fuerza. He sido testigo   de que Klevis Ochoa llena un sitio como el Don Cangrejo aun pagando cinco CUC (Dios mío) y el Sauce, también en la CAPITAL DE TODOS LOS CUBANOS  la gente suele acudir masivamente por Interactivo , Descemer Bueno y Frank Delgado.

Pero la radio sigue aflojando reggaetón otra vez y otra vez  y Los Mojados o Selena, van muy por encima de productos nacionales regios que ven cómo sus discos se amontonan y las mentalidades se van llenando de aquello que llaman seudo cultura y era tan discutido hace unos años.

Debe ser por eso que Aldo López Gavilán, por cierto muy aplaudido por estos días en Centro América,  ha dicho lo que leímos al principio y cito: Lamentablemente los medios de comunicación están más interesados en difundir la música banal que intelectual.